Es un hotel práctico, sin lujos, pero bien. Cuando llegué no encontraban mi reserva y no había habitación como la que yo había pagado, así que me pusieron en una un poquito mejor, pero me tocó esperar como media hora y eran las tantas de la madrugada. Me habían prometido transporte para el congreso al que iba y al final me tocó buscarme la vida, porque solo lo ponen si se alojan muchas personas que van al mismo congreso y eso deberían decirlo, porque negociar taxis cada día es agotador, por no mecionar el dinero que implica. No obstante, el personal fue muy amable y he estado cómoda.