Descansamos allí una noche antes de coger un avión. El sitio es tranquilo y muy agradable. Nos preguntaron si necesitábamos traslado al aeropuerto y nos informaron amablemente de sitios cercanos para comer. Sirven cenas avisando con antelación. Desayunamos allí, la oferta era variada. Tiene aparcamiento gratuito a la sombra de una parra. La verdad que lo único que cambiaría del pazo es la decoración de las habitaciones que es un poco anticuada, por lo demás es un sitio muy recomendable. Está a 5 minutos en coche del aeropuerto y a unos 10 de Santiago.